Presentación:





Reflexión:
Cuando hacemos música y ritmos solos, es gratificante, y es divertido. Pero no por eso nos debemos limitar a no colaborar con otras personas, ya que haciendo eso podemos descubrir una nueva experiencia que puede que nos guste más, inluso. Además de que la música está hecha para compartir y para ayudarnos a relacionarnos.
Otra cosa buena de la música colaborativa es el apredizaje que te deja, aprendes a trabajar en armonía con un equipo, a que todos se comprendan y sepan su parte y cuando deben entrar, y que su participación es muy valiosa, sin ellos, el trabajo no sería igual.